Dado que la mayoría de usuarios reconocen que muy rara vez se adentran en pistas accidentadas, la opción de la tracción delantera se vuelve de las más razonables, ya que gracias a ello se elimina el lastre del mayor peso y rozamientos que tienen los modelos con tracción total.
El Toyota RAV4 hasta ahora sólo contaba con tracción delantera para el motor de gasolina 2.0 con distribución Valvematic y 158 CV. Ahora, sin embargo, la marca ha decidido incorporar a la gama el motor diésel D-4D de 2.2 litros de capacidad con este tipo de tracción.
Los acabados son los mismos que en los tracción integral, a saber: desde el básico Active hasta el más equipado Executive, pasando por el intermedio Advance. Estos dos últimos se pueden solicitar con la opción de carrocería ‘Cross Sport’, en la que se suprime la rueda de recambio colgada en el portón trasero.
Las opciones disponibles son la pintura metalizada (470 €), el techo solar eléctrico (900 €) y tres tipos de navegador, con precios que oscilan entre los 1.000 € del que funciona con CD a los 2.100 € del que cuenta con disco duro de 10 Gb y monitor de asistencia al parking.
VERSIONES | P.V.P. |
RAV4 2.2 D-4D ACTIVE 4X2 | 25.000 € |
RAV4 2.2 D-4D ADVANCE CROSS SPORT 4X2 | 27.700 € |
RAV4 2.2 D-4D ADVANCE 4X2 | 27.800 € |
RAV4 2.2 D-4D EXECUTIVE CROSS SPORT 4X2 | 29.200 € |
RAV4 2.2 D-4D EXECUTIVE 4X2 | 29.300 € |