Gaby Esono.- El Trofeo Andros 2016 regresó a su tradicional cita con el hielo de la pista del Circuit d’Andorra-Pas de la Casa, que los días 9 y 10 de diciembre acogió la segunda ronda de este prestigioso campeonato de carreras sobre hielo.
El Trophée Andros es el certamen considerado como la Fórmula 1 de la especialidad. Durante muchas temporadas el 4 veces campeón del mundo de F1 Alain Prost fue uno de los principales animadores del campeonato, aunque en los 27 años de historia de estas carreras han sido pilotos como Yvan Muller o Jean-Philippe Dayraut, con 10 y 6 títulos cada uno, los que han demostrado una habilidad especial para deslizarse sobre el hielo. Su carácter eminentemente francés –nuevamente se renunciaba a que hubiera un speaker que hablara en catalán, la otra lengua oficial de Andorra, como sí había en años anteriores-, parece limitar sin embargo la participación de pilotos que podrían expandir su difusión.
El trazado andorrano, ubicado a 2.400 metros de altitud, volvía a mostrar en esta edición unas condiciones óptimas para la disputa de las carreras. Sede del conocido campeonato G-Series –y punto de referencia para numerosas escuelas de conducción sobre nieve y hielo, como la de Mercedes-Benz con la que estuve hace un tiempo-, no acusó en exceso la escasez de nieve en las pistas de esquí de la zona -su ubicación, de hecho, orientado hacia el lado Francés de los Pirineos, le facilita las cosas a los responsables de la pista-. Como novedad, en esta ocasión se colocaron unos pilones en el interior de la última curva y otro más al principio de su única recta, a la derecha, que variaba ligeramente el trazada habitual, con lo que se llegaba algo menos rápido a la primera curva, de izquierdas.
El resultado, en cualquier caso, no afectaba al espectáculo, ya que si algo tienen las carreras del Trofeo Andros es que los coches pasan más tiempo derrapando y levantando nieve con sus neumáticos de clavos que en línea recta.
La fórmula del campeonato mantiene su esencia, con pocas variaciones. Este año se volvía a únicamente dos categorías principales: Trofeo Andros Eléctrico, el primero que se celebra con coches alimentados por batería, y el Trofeo Andros de las “silhouettes”, dividido entre los Elite –para no iniciados en la categoría- y los Elite Pro, reservado para los pilotos oficiales profesionales.
El Andros Eléctrico se disputa con los Andros Car, prototipos de chasis tubular producidos por Exagon Engineering, que montan un motor eléctrico de 122 CV y 200 Nm de par alimentado por una batería de ion-litio que le autoriza una velocidad máxima de 160 km/h (en la versión de hielo) y una autonomía de 35 minutos. Su peso, limitado a 800 kg, la tracción trasera y una cuidada aerodinámica hacen de ellos una peculiar combinación de espectáculo en modo silencioso, al menos en comparación con los Elite.
Éstos recurren igualmente a una estructura multitubular común para todos, igual que el motor (un 3.0 V6 atmosférico de 340 CV) y la caja de cambios secuencial de 6 velocidades. Con el piloto a bordo, solo pesan 1.030 kg y cuentan, además de con la irrenunciable tracción a las cuatro ruedas, con dirección en ambos ejes para favorecer los giros. También comparten tipo de neumáticos, unos Yokohama de invierno con 250 clavos.
Así pues, lo que realmente cambia en los modelos que compiten es la carrocería de fibra, lo que lo hace suficientemente interesante para que marcas como Mazda participen de forma oficial. Así, el Mazda3 de Franck Lagorce es siempre un candidato a hacerse con el triunfo final, aunque los favoritos son por norma el nuevo BMW M2 de Jean-Philippe Dayraut y el veteranísimo pero extremadamente competitivo Renault Clio 3 de DA Racing, pilotado por Jean-Baptiste Dubourg. Habitual del campeonato europeo de RallyCross, Dubourg consiguió la temporada pasada romper la hegemonía de Dayraut en el Trofeo Andros, aunque este año el de BMW parece que no está por la labor de dejarse sorprender. Muy llamativos, los nuevos Peugeot 3008 del equipo creado por Sylvain Pussier (concesionario Peugeot) son otra de las atracciones de esta edición del Trofeo Andros.