Sant’Agata Bolognese (Italia).- Hace dos años Lamborghini sorprendía a propios y extraños con una versión muy especial del ya de por sí exclusivo Murciélago LP640. Tan especial era, que incluso le cambiaron el nombre por el de Reventón.
Una carrocería rediseñada y compuesta con paneles de fibra de carbono pintados en una combinación de color gris/verde semiopaco, acoge el V12 de 6,5 litros de desplazamiento alojado en posición central trasera.Los 650 CV a 8.000 rpm enviados a las cuatro ruedas motrices se encargan de lanzar a este biplaza hasta los 340 km/h, mientras que para detenerlo se han montado unos discos de freno de carbono enfrentados a pinzas de seis pistones.
En definitiva, una joya de un millón de euros de la que tan sólo se produjeron 20 unidades y que sólo ha podido ser superado en exclusividad por el Reventón Roadster.