¿Cuántas veces nos hemos encontrado con que un modelo lucía en su carrocería un apelativo de lo más sugerente y, en realidad, no era sino una versión especial que no tenía más atractivo que ése y algo más de equipamiento que la variante original?
Citroën lo hizo con el C4 “by Loeb” y Ford con los Focus (“Hirvonen” primero; “Latvala” después). Pero en el fondo (y en la forma también), no variaban una coma de lo que ya ofrecían las marcas en sus versiones convencionales.
Pues esto no le va a pasar a Volkswagen. El Polo R WRC, cuyas ventas empezarán el martes 11 de diciembre de 2012 (aunque las primeras unidades no se entregarán hasta el próximo septiembre), va a ser, de momento, el polivalente de calle más radical de la historia, a la espera de que en Audi se den o no por enterados.
Si el hecho de ser presentado el mismo día que el coche que competirá esta temporada en el WRC, y si su nombre tampoco basta para hacer que se esfumen las suspicacias, puedes ir anotando un par de datos: motor 2.0 TSI y 220 CV. O lo que es lo mismo, ni rastro del downsizing de su hermano el Polo GTI y sí mucho rendimiento sin fisuras a lo largo y ancho del gráfico, que permitirá acelerar a este pequeñín de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos. Si hacemos caso a la unidad que la marca mostró en el Encuentro GTI de Wörthersee el pasado mayo, la unión con las ruedas correrá a cargo de un cambio de doble embrague DSG.
No es que este motor esté especialmente exprimido, porque ni tan solo los 350 Nm de par que se anuncian sorprenden en un bloque que, en el Volkswagen Golf R, ofrecía sin problemas 270 CV (los problemas dejamos que nos los contara Mia Bardolet en la prueba que le hicimos). Pero sí es la primera vez que un fabricante lleva tan lejos la potencia en un coche tan pequeño con intención de venderlo. Ni siquiera BMW, con las versiones John Cooper Works del Mini, ha osado ir tan allá.
Para que no quepa ninguna duda de las intenciones del Volkswagen Polo R WRC, ha sido equipado con unos paragolpes específicos y los pasos de rueda han sido convenientemente ensanchados para dar cabida a unas vías más amplias, que culminarán en unos neumáticos calzados sobre llantas de 18 pulgadas.
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