Volkswagen Race Tour 2011: más al alcance imposible

© Volkswagen.

Hace ya 9 años, en Volkswagen pensaron que la mejor forma de acercar las novedades de la marca a su propia red de concesionarios era organizando un gran evento en el Circuito de Jerez en el que los asistentes tuvieran la oportunidad de tocar con sus propias manos los modelos. Afortunadamente, el éxito fue tal que en Volkswagen se convencieron de que aquella también era la mejor forma de acercar sus productos a los clientes.

Así nació el Volkswagen Race Tour, una combinación de formación y pura diversión al volante los modelos más representativos de la gama en un entorno específicamente creado para ello. Y gratis. Una ganga. El objetivo final es ofrecer a los clientes la posibilidad de estar a día de las últimas novedades de la mejor forma posible: probándolas a fondo.

© Volkswagen.

En 2010, el Vokswagen Race Tour contó con hasta 1.600 participantes. En esta edición 2011, la caravana de Volkswagen ha pasado por los circuito del Jarama (Madrid), Los Arcos (Navarra), Castellolí (Barcelona) y Montebanco (Huelva). Con el asesoramiento constante de un equipo de pilotos liderado por Miguel Ángel de Castro, los participantes podían realizar una completa prueba de algunos de los modelos más importantes de la gama en tres áreas diferentes: circuito off-road, circuito escuela, y circuito de velocidad. Eso es lo que hicimos.

 

© Volkswagen.

Si Ferdinand levantara a cabeza…

Uno de los grandes atractivos de esta edición 2011 del Volkswagen Race Tour era la oportunidad de conducir el nuevo Beetle 2.0 TSI de 200 CV en un auténtico circuito de velocidad. Es cierto que el comportamiento de un vehículo en circuito hay que tomarlo con ciertas reservas por las enormes diferencias de superficie y configuración respecto a las carreteras convencionales, pero no es menos cierto que la oportunidad de llevar el chasis y el motor a sus límites físicos sin peligro es una experiencia siempre inolvidable.

© Volkswagen.

El Beetle es uno de los modelos más emocionales de toda la gama Volkswagen, y más esta variante con 200 CV, pero la segunda generación del modelo ha sabido ampliar el abanico de clientes potenciales con unas formas exteriores mucho más próximas a las de un coupé deportivo y un interior claramente más practicable que el de su predecesor. Si Ferdinand Porsche levantara la cabeza, no terminaría de creerse que ese modelo económico destinado a motorizar un pueblo se haya convertido en un coche ahora bastante exclusivo con 200 CV.

En marcha, el Beetle es un coche más serio de lo que parece. El ya conocido bloque de 2,0 litros TSI, acoplado exclusivamente a la transmisión DSG de 6 veocidades, empuja con decisión y de forma progresiva en toda la gama de revoluciones. El paso por curva es muy bueno y bien asentado a pesar de que durante algunas vueltas le exigimos que nos diera todo lo que tenía dentro.

© Volkswagen.

Del Beetle 2.0 TSI 200 CV pasamos a otra de las grandes novedades de Volkswagen este 2011, la edición especial del Golf que celebra el 35ª aniversario de la primera variante GTI. Para redondear números, el motor que monta este Golf es una preparación especial del mismo bloque de gasolina y 2,0 litros con turbo e inyección directa pero con exactamente 35 CV extras y una gestión electrónica específica que en el circuito se notaron bastante. En comportamiento, también se notó bastante el paso de un muy buen chasis (el del Beetle) a un chasis excepcional (el del Golf). Si al Beetle le exigimos que nos diera todo lo que tenía, con el Golf GTI 35 todavía pudimos ir un paso más allá.

En el fragor de la batalla no pudimos dedicar mucha atención al acabado interior específico de la versión: el pomo del cambio en forma de pelota de golf de la primera generación, elementos decorativos en el salpicadero, asientos delanteros deportivos de alcántara y cuero con el logotipo “35” y un sinfín de lujosos detalles.

 

© Volkswagen.

Tiguan y Touareg

El gran protagonista del escenario off-road era el Volkswagen Touareg. El recorrido escogido por los organizadores tenía un claro objetivo: demostrar las cualidades de un programa de conducción todoterreno cargado de tecnología.

© Volkswagen.

Los monitores nos invitaron a testar los límites de la capacidad ascensional del Touareg (hasta 45º en la versión Terrain Tech) en unas rampas que cualquier inexperto en técnicas off-road ni se molestaría en intentar subir. Pues subía. Algo parecido pasó con el sistema de control de descensos, capaz de dejar prácticamente colgado de una pared al Touareg sin apenas inmutarse. El resto del recorrido era particularmente delicado por la cantidad de barro acumulada, aunque con un poco de tacto y paciencia no había zanja que el Touareg no consiguiera superar, incluso con el suelo prácticamente a la altura de la ventanilla.

La ruta con el nuevo Volkswagen Tiguan fue bastante más tranquila, con algunas secciones de dificultad media a causa del barro y el descenso de algunas pendientes pronunciadas.

 

© Volkswagen.

Como niños

La tercera área del Volkswagen Race Tour estaba dedicada al Polo GTI, el Golf Cabrio y el Touran. Con el monovolumen, simplemente se trataba de mostrar al usuario el funcionamiento del Park Assist, el sistema automático de aparcamiento.

© Volkswagen.

El Golf Cabrio se empleaba para hacer una excitante demostración del ESP y el ABS sobre una pista deslizante, dos sistemas que desde su aparición no dejan de salvar vidas en las carreteras un día tras otro. El punto álgido de la prueba consistía en frenar bruscamente con una del coche sobre asfalto y otra sobre una pista deslizante y soltar completamente las manos del volante: los sistemas electrónicos conseguían no solo frenar completamente el coche sin que patinaran las ruedas, sino que lo hacían sin perder en ningún momento una trayectoria completamente recta.

Conducir el Polo GTI en un circuito Mickey Mouse, con interminables cambios de dirección, frenadas y constantes aceleraciones, fue una auténtica gozada. Con los 180 CV que brotan de su 1.4 TSI sobrealimentado y el cambio DSG en la posición S, disfrutamos como niños. Unos minutos más al volante, y en Volkswagen hubieran tenido que sacarnos con aguarrás.

Sé el primero en comentar