En Volvo, no contentos con anunciar el lanzamiento de un vehículo híbrido con baterías recargables a través de la red eléctrica (plug-in hybrid), ahora están estudiando la viabilidad comercial de un coche totalmente eléctrico.
Sobre la base de un C30, Volvo ha construido algunas unidades en las que se ha integrado el sistema de propulsión eléctrica con el resto de funciones y equipamientos propios del coupé compacto.
La alimentación del motor del Volvo C30 BEV se confía a una batería de ión de litio de 24 kWh de capacidad, recargable en cualquier toma de red doméstica. El tiempo de recarga estimado es de 8 horas, tras las cuales se dispone de una autonomía de hasta 150 kilómetros.
Una de las preocupaciones de Volvo, tradición obliga, está siendo la de la seguridad. Para el C30 BEV se estudia cual es la posición menos comprometida de la batería en caso de colisión, si en el lugar del depósito de combustible o en el túnel de transmisión.
Teniendo en cuenta el tipo de uso al que está destinado este coche, la
marca sueca considera que las prestaciones son bastante razonables, con una velocidad máxima de 130 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en aproximadamente 11 segundos.