Prácticamente en toda su gama cuenta con alguna versión con el sello DRIVe, con el cual distingue a las unidades que son más respetuosas con el medio ambiente.
En el caso del SUV de tamaño medio de la marca sueca, el XC60, la variante DRIVe cuenta con el motor 2.4D ya conocido, y se ha configurado para reducir el consumo y, consecuentemente, las emisiones.
Se trata de un cinco cilindros diesel con alimentación mediante common-rail y un turbocompresor que entrega 175 CV de potencia y 420 Nm de par.
Combinado con la tracción delantera y una caja de cambios manual, el XC60 DRIVe declara un consumo medio de 6,0 l/100 km y un nivel de emisiones de CO2 de 159 g/km.Pese al talante ecológico de modelo, la marca ha decidido dotarlo de una suspensión deportiva que se ajusta mejor a las prestaciones que desarrolla su motor, especialmente para su funcionamiento en carretera asfaltada.