Tras la reclamación presentada por la marca española en la carrera de Pau, la oficina técnica permanente del WTCC ha decidido elevar el límite de la presión del turbo hasta los 2,7 bares, 0,2 bares más que hasta ahora, y permitir ciertos picos de presión que suelen producirse en las retenciones.
De este modo, los SEAT pasan a ser de nuevo los máximos favoritos en la próxima prueba que se disputará en el circuito de Cheste en Valencia la próxima semana.