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La temporada pasada, la pole fue para Augusto Farfus, el piloto más rápido del fin de semana, pero un accidente en la primera curva con el también aspirante al título Tarquini, los dejó a ambos fuera de la carrera. De este modo, el título mundial le quedó en bandeja a Ivan Muller, que solo tuvo que concluir la carrera para lograr el ansiado trofeo. Tras el primer accidente, Rickard Rydell comando la carrera bajo un diluvio torrencial logrando la victoria y otorgándole a SEAT el campeonato de constructores. En segunda y tercera posición concluyeron los pilotos de BMW Jörg Müller y Andy Priaulx.
En la carrera de la tarde, también sobre mojado, saltó la sorpresa y los pilotos independientes tomaron el mando. La victoria fue para Tom Coronel, piloto de SUNRED, acompañado en la tercera posición del pódium por el piloto español de BMW Sergio Hernández.
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Tras este breve resumen de lo acontecido la temporada pasada, el piloto favorito para lograr la victoria en el circuito japonés de Okayama es Augusto Farfus. Pero el piloto brasileño no depende del mismo para lograr sus objetivos, aun logrando la ansiada primera posición, al piloto de BMW no le queda más remedio que esperar una pésima carrera de sus dos principales rivales, Yvan Muller y Gabrielle Tarquini. De conseguir un resultado conservador por parte de estos dos últimos, el piloto del BMW 320si se quedaría prácticamente sin opciones a la victoria.
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La única ventaja con la que contará el piloto de BMW, es la de saberse totalmente apoyado por todos los componentes de su equipo, cosa que no sucederá en la escudería española, que tendrá que dividir el trabajo de equipo entre sus dos pilotos.
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Esperemos, que por el bien del campeonato, que los tres pilotos sigan siendo aspirantes en la última cita del campeonato que se diputará en el trazado urbano de Macao.
