F. Llorens – Está claro que el comportamiento del mundial de turismos a lo largo de su breve historia nunca ha sido un ejemplo de cordura. Pero lo que está sucediendo esta temporada desde la cita de Marrakech roza la locura.
Tras la disputa de las dos pruebas americanas, Puebla y Curitiba, la ventaja de SEAT era insultante, por lo que la organización decidió actuar como lo hace normalmente en este maltratado campeonato. Se revisó el reglamento y se decidió eliminar la tolerancia de los turbos de sus motores. Esto afecta de manera clara en el comportamiento del propulsor en un circuito de altura como Pau, ya que al no poder aumentar la presión de soplado pierden potencia.
Tras la polémica decisión llego la carrera francesa, y como era de esperar BMW dominó con claridad los entrenamientos y SEAT, situada al fondo de la parrilla, protestó. Curiosamente, tras la reclamación, nueve pilotos fueron sancionados, entre ellos cuatro BMW y tres Chevrolet, por superar el régimen máximo de giro del motor.
Tras las sanciones las carreras fueron dominadas de principio a fin por los Chevrolet, por lo que sólo cabe esperar un nuevo cambio de reglamento para perjudicar a la marca americana de cara a la cita valenciana.