Volkswagen se ha dejado el “New” (Nuevo) en la denominación del Escarabajo moderno, y ahora se llama simplemente Volkswagen Beetle. Un cambio pequeño pero sustancial para un modelo que, tras la moderna reinterpretación que tuvo lugar en 1998, reclamaba pasar de nuevo por las mesas de dibujo para adecuar su conocida silueta al siglo XXI.
Bajo la atenta mirada de Walter da Silva, jefe de diseño del consorcio alemán, el equipo de diseño de Klaus Bischoff, su homólogo para los productos de la marca Volkswagen, ha creado un coche completamente nuevo que mantiene, sin embargo, los principios estéticos del Escarabajo original, nacido en 1938.
El nuevo Volkswagen Beetle es, pues, un coche que respeta sus orígenes pero ofrece mucho más. El habitáculo deja de ser una caverna, porque se ha optado por dibujar una línea de techo menos abovedada que la del New Beetle, aunque ello no implica una merma sensible en la habitabilidad real. Con 1.808 mm de anchura, 4.278 mm de longitud y 2.537 mm de batalla, este Escarabajo moderno crece 84 mm, 152 mm y 21 mm respectivamente en dichas cotas, mientras que la altura se queda en 1.486 mm, 12 mm menos.
El cambio de proporciones repercute en una mejora sensible sobre todo en la anchura de los pasajeros traseros y en el maletero, que ahora cubica 310 litros, en lugar de los modestos 209 litros del anterior.
Donde se percibe una evolución más clara es en el diseño del salpicadero, que sigue el estilo visto en los últimos modelos de Volkswagen. Se ha ganado en calidad visual, pero no pocos echarán de menos la flor de serie.
La oferta mecánica es otro de los puntos en los que se deja ver la modernidad del nuevo modelo, ya que adopta motores de última generación de Volkswagen. Habrá dos diésel TDI con sistema de inyección directa common-rail: el 1.6 TDI de 105 CV con BlueMotion Technology, que destacará por su frugalidad (4,3 l/100 km) y eficiencia (112 g/km de CO2); y el 2.0 TDI de 140 CV, con un consumo de 4,9 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 129 g/km.
Para los gasolina, los niveles de potencia se escalan entre los 105 CV del 1.2 TSI y los 200 CV del 2.0 TSI, con el 1.4 TSI de 160 CV como opción intermedia. Igual que los diésel, estos propulsores combinan la inyección directa de combustible con la sobrealimentación mediante turbocompresor (el 1.4 añade también un compresor volumétrico que incrementa el par a bajas vueltas).
Aunque la marca todavía no ha establecido las combinaciones mecánicas disponibles en nuestro mercado, ya se sabe que dependiendo del motor se podrá optar por un cambio manual o bien por la transmisión semiautomática con doble embrague DSG, con 6 o 7 relaciones.
Tras su lanzamiento comercial en Norteamérica durante el próximo otoño 2011, las primeras unidades llegarán a los concesionarios europeos durante los meses de octubre o noviembre de 2011, para luego incrementar su oferta a mercados asiáticos (China tiene un papel cada vez mayor) y Sudamericanos.